Me atreví, después de varios años de visita, a sacar el celular y grabar durante un día de trabajo cotidiano en la granja de José, mi tío político del pueblo sevillano de Los Corrales. No nos engañamos, la actividad en la granja del Tito es intensiva. Tiene como fin el de cebar a unos cientos de gorrinos destinados al mercado nacional e internacional. Comparadas con otras de la zona, no alberga demasiados cerdos, pero los suficientes para no hacerte rico pero tampoco lo suficiente para poder invertir en nuevos pequeños terrenos o maquinaría agrícola. Un currante que no se arruga. Las empresas cárnicas y de exportación pagan por la crianza de los animales, pero es el ganadero el que vela por la salud de todos y cada uno de los cerdos 🐖 El caso de José (Tito) es de reseñar: su principal misión es el bienestar y salud de sus «cochinos» hasta que tengan el peso adecuado para ser recogidos meses después por los transportistas de la misma empresa para la que presta el servicio de engorde y cuidado. Un animal muerto o en mal estado es una pérdida. Me confesó en varias ocasiones (esa parte no está en la grabación) que nunca, nunca dejaría que un animal en mal estado salga de la granja con destino a las cocinas, «lo que no quiero para mi, no lo quiero para nadie», me repetía. Le tengo admiración por los años dedicados a este oficio y por su amor a los animales (a los bichos, como él les llama ). El vídeo ha sido grabado de forma espontánea y con la única herramienta de mi teléfono móvil y editado de esa manera que te permite una pequeña app en la que apenas mis dedos se desplazan con facilidad. *Esta grabación fue creada con el fin claro de que la disfrute su familia. Únicamente se puede ver compartiendo el enlace.